El kiwi proviene de una planta trepadora que recibe su mismo nombre. A pesar de su aspecto externo poco atractivo, se trata de un fruto muy sabroso, de interesantes propiedades nutritivas y muy saludables. Su componente mayoritario es el agua. Es de moderado aporte calórico, por su cantidad de hidratos de carbono. Destaca su contenido en vitamina C; más del doble que una naranja, y vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico. Asimismo es rico en minerales como el potasio, el magnesio y la fibra. A la hora de comprar esta fruta, hay que escoger ejemplares intactos y sin manchas. Se deben descartar los kiwis muy blandos o dañados porque tienen menos sabor o sabores extraños. Su tamaño es similar al de un huevo grande y pesa aproximadamente 80 gramos. Esta fruta, en madurar en invierno, aparece en el mercado a partir de octubre y se mantiene en perfectas condiciones hasta mayo. Sin embargo, otras variedades como el kiwi procedente de Nueva Zelanda, también pueden consumirse desde finales de mayo hasta principios de noviembre.
Agua: 85,9 g. / Energia: 51,3 kcal. / Proteínas: 1,1 g. / Hidratos de Carbono: 10,6 g.